Seguramente ya estará tirando al aro con Cristian y Ethel, dos de los grandes amigos que tuvo en esta vida terrenal.
Hoy faltará alguien en la mesa de control del barrio de las Morochas. Pero solamente en la mesa. En el estadio Sergio seguro estará viendo el partido en algún rincón y disfrutando del básquetbol, como lo hizo siempre.