Si de victorias épicas se trata… ¿Qué le van a hablar a Argentino? Allá por el 20 de abril de 1990 el Turco tenía que ir a ganar a la cancha de Colón de Chivilcoy para clasificar en el Provincial de Clubes de Básquetbol (hoy devenido en Prefederal). Es que Colón había ganado en Junín , en un partido que terminó con un triple de la mitad de la cancha (lo tiró Alonso) y derivó en un escándalo generalizado (venía picado el juego) con trompadas por doquier y sillas de chapa volando por el cielo de Las Morochas. A todo esto, de Chivilcoy, llamaron toda la semana a la casa del cabezón Marchesi para amenazarlo que no vaya a jugar. ¿Meterle miedo a Argentino?... esta gente no entiende nada, de nada. Llegó el día del partido y Argentino llevó dos colectivos a Chivilcoy (y fue local). A todo esto la Federación de Basquet tomó cartas en el asunto y sabiendo que había kilombo en puerta, el Negro Romero mandó dos “héroes del básquet en el recuerdo” de Buenos Aires a dirigir el partido. ¿Garantías? … Mamita… si en Capital dirigían básquet femenino. Lógicamente fue un escándalo de magnitudes proporcionales. El partido –que se jugó con el público de Colón metido adentro de la cancha- (leyó bien, adentro de la cancha) estuvo varias veces interrumpido y hasta en la casi última pelota –cuando Claudio Lezcano se fue solo, solo, solo, de contragolpe para meter el doble- un espectador se metió adentro de la llave –literal- y lo abrazo para que no conviertiera el gol. Esto desató una serie de hechos bochornosos del que participaron los jugadores, árbitros, dirigentes, hinchas y allegados. Pero el partido terminó una hora después del kilombo y con Nené Pagano (el presidente de Argentino) infartado en la cancha. ¿El resultado? Para que ponerlo… si Argentino fue a ganar. / ANOCHE JUGO EL PRIMER AMISTOSO DE LIGA…
Leer Mas